Todos saben   que no hace mucho,  mientras en la Argentina se instalaba el terror,  otra gente edificaba bancos y financieras.  Algunos nombres de este "patriciado criollo"  siguen circulando: ahí esta Pou, Escasany, Menem, Kohan, Cavallo,  Rhom ...  todos nombres cuestionados, banqueros destituidos, algunos presos como Carlos Rhom  y Carlos Felix Pando Casado, Dante Peirano Basso y Jose Peirano Basso y otros profugos de la justicia como Juan Peirano Basso y nuestro conocido Jose "Puchi" Rhom que algo nos mordió de nuestro banco de Santa Fe.  El encubrimiento  que hicieron legisladores, banqueros, empresarios y comunicadores de ese régimen de saqueo y corrupción que se produjo en los últimos 25 años favoreció la destrucción del sistema financiero, la quiebra del sistema productivo, el desempleo y la creciente pobreza.Toda esa miseria de estos tipos, supuestamente poderosos y corruptos, tiene su expresión (y su castigo) en todos los argentinos que andan por la calle sin trabajo, comiendo basura y viviendo en una desesperanza y angustia patéticas.

Todo muy cruel, es cierto. ¿Pero que tenemos que ver nosotros con semejante panorama?. Poca cosa, aunque tal vez colaboramos con el equipo de ladrones a través de algunos "bochos" locales, o en todo caso pecamos de ingenuos,  en nuestras escuelas dos o tres maestritos delirantes le enseñaron a la gente el catecismo liberal que nos trajo toda esta desgracia del libre mercado, pocos ricos y muchísimos pobres. Y de yapa -eso si- muchas, muchas consecuencias nefastas. El Banco Provincia regalado, en manos de tipos que para prestarle plata a los esperancinos les piden garantías imposibles (para prestarnos nuestra propia plata), asentamientos en el sur de la ciudad de familias en extrema pobreza, usureros legalizados, ladrones armados, falta de trabajo... en fin, cosas nuevas que no habíamos visto antes y que tendremos que aprender a manejar o -en todo caso- a convivir con ellas.  

Pero tal vez haya una buena, porque estas cosas que han pasado traerán vientos proteccionistas no solo en estos pagos sino en casi toda la geografía nacional. Las cosas que contribuyan a solucionar los problemas de trabajo que tienen los esperancinos serán bienvenidas, apoyadas y festejadas. Todo lo que genere ingresos genuinos para gastar, en esta zona, o sea del arco para acá,  pasará seguro a la galería de conquista económica fundamental.
En cuanto al asunto del crédito, pasa que hoy parece estar desaparecido ya que la gente no confía ni confiará nunca más (Y lo bien que hace) en estos bancos manejados por oscuros y desvergonzados personajes, prestamistas de plata ajena (La nuestra) que gracias a Dios hoy no la tienen y que como no la tienen porque la gente no les da ni una moneda, de cajón no prestarán nada. A menos que metan la mano en sus bolsillos lo cual es muy improbable. Tal vez esté llegando la hora de pensar en un "banquito", mutual, financiera o lo que sea que se pueda avalar desde la Municipalidad. No creo que ya nadie se anime a colocar sus ahorros en alguna de las bocas de lobo que se abren en la ciudad, aunque ostenten coquetos nombres y se atrincheren en edificios tipo mausoleos donde -ponele la firma- los ahorros irán (seguro) al sepulcro, a la lona, al muere o como quieran llamarle y enterrados boca abajo para que no vuelvan a ver la luz de tus alforjas, hermano...   

Si fuera posible fundar un banco municipal (o algo parecido) que podamos ver y controlar, con garantía de cosas que podamos ver y controlar, con un directorio de gente de acá, elegidos democráticamente por gente de acá. ¿Tan difícil es? ¿O acaso te parece mejor llevar tus ahorros a la guarida de Carlos Rhom? ¿Lo conocés a Carlitos? O preferís dárselos a su hermano, prófugo,  José Puchi Rhom? ¿Viste las financieras que abren sus fauces en la ciudad? ¿Que creés, que están para ayudarte a vos y tu familia? ¿Para que nuestros chicos hagan sus primeras armas? ¿Para que nuestros viejos salgan del paso cuando están enfermos?

¿Hasta cuando seguiremos creyendo en los reyes magos? Es necesario parar la mano de una vez por todas. Si acaso queremos que las cosas sean como deben ser entonces "ocupémonos de que sean como deben ser".  Caso contrario bajemos la persiana, alquilemos la ciudad a unos tipos de afuera como quieren los de Ediciuno, y vayámonos a dormir la siesta.  Durante años los hombres y mujeres de este lugar juntaron con esfuerzo sus ahorros, después llegaron los BIR, Los Interior y los corralitos para llevárselos. Eso sí para robarnos prepararon muy bien sus trampas, hicieron grandes edificios alfombrados y con mucho lujo. Hoy estos grandes morosos le deben a nuestra gente grandes cantidades de dinero que no pagarán nunca. Sería bueno revisar el arrogante e implacable "fichero de morosos" que funciona en nuestra ciudad para ver si algún banco figura en sus listas.  Seguro que no. En esa lista solo encontraremos a la gente del pueblo. Gente común, nunca banqueros.