Que el Justicialismo sea practicamente el único partido con posibilidades (aunque eso está por verse) y vaya a unas urgentes elecciones con tres candidatos no es tan malo o en todo caso tan inútil. O sea que, aunque usted no lo crea, quizás podamos sacar alguna enseñanza de toda esta orgía de cuarta que supone la realidad nacional. Por supuesto que no vamos a ser tan arrogantes como para pretender analizar comarcas y trenzas que no son de nuestra incumbencia, ya sea porque pertenecen a lejanas geografías o porque responden a oscuras reglas que están fuera del alcance del ingenio de cualquier analista afincado a orillas del Salado.  No será cometido ese error. Solo hablaremos de lo que conocemos o de lo que creemos conocer. Hemos visto en otros tiempos como se hace la política en estos pagos, hemos visto como nuestros vecinos aguardan la llegada de los candidatos nacionales y provinciales (siempre sedientos de votos) a estos parajes y les presentan un rejunte de hombres y mujeres que se supone los apoyan y trabajarán para ellos. ¿Kirchner presidente? ¡Dale flaco, que acá estamos con vos! Diez o doce (mínimo) se juntan en cualquier lugar y el candidato o su delegado habla un  rato como si fuera el mismísimo Perón resucitado de unidad nacional, independencia económica y otras lindezas hasta que cubre la cuota correspondiente a Esperanza, después se las toma. Cubrió la cuota, hizo el mandado, justificó gastos e hizo pata ancha entre otros que seguro lo colocarán entre los veinte primeros de una lista sábana.  ¿Los de acá, para qué van? Por la misma idea profana de que van a ser tenidos en cuenta para alguna cueva oficial bien remunerada, secretario de la comuna de Grutly, asesor del Intendente de Laguna Paiva o  Juez de Paz de Pujato, todo vale. Y si viene otro de los candidatos o sus representantes a la ciudad de Aarón Castellanos iremos a apoyarlo con los mismos diez o doce que consigamos. La consigna es hacer ruido para que "el Adolfo", "Tristán" o el semental riojano nos tengan vistos por si se necesita un encargado de registro nacional del automotor o algún jefe de guardabosques en la pampa humeda (y mejor si es desierta).

Este tipo de conducta "política" es tan criticada como practicada por todos los partidos en esta ciudad, con más o con menos vocación o talento, pero siempre ejercitada espontaneamente (eso es lo peor) por socialistas, peronistas, radicales y liberales. Los liberales son los peores porque son los más corruptos pero simulan ser probos e impolutos, son los que critican los planes sociales pero se benefician con ellos, como algunas empresas de esta ciudad que se hacen pagar la mayoría de sus operarios por el estado nacional y después se llenan la boca criticando el "asistencialismo". Todo deprime. Si quieren una razón, tan solo una, por la que la gente descree de este país y de sus políticos acá tienen una. Para muestra basta un botón decía mi abuela.

Hagamos un poco de barullo, llevemos a nuestros amigos a la reunión, hablemos un poco de la entrega del patrimonio nacional, de soberanía, de militancia, hagamonos notar y en una de esas conseguimos un cargo entre los ñoquis que pudren a la patria, sigamos con esas prácticas egoístas y la bandera flameará sobre las ruinas de la Patria de San Martín, Rosas, Irigoyen y Perón... ¿Qué se puede repartir en una patria en ruinas? Nada más que nada. Tal vez los que ahora persiten en tratar de salvarse a sí mismos aunque con sus conductas solo consigan que el barco se hunda un poco más, deben estar pensando que cuando la Argentina explote por fin, ellos estarán muy lejos de estas tierras y seguro con una cuenta en Suiza.   

Tales sueños parecen  de difícil realización para los vecinos de esta ciudad. Tal vez Menem, Kisrchner, Carrió, Rodriguez Saá... tal vez ya hayan concretado el trueque entre su alma y la cuenta Suiza, pero nosotros... ¿Para qué...?  Entonces, muchachos, que les parece si usamos el tiempo en hacer grande lo que podemos hacer grande y nos olvidamos del circo, del engaño, de la política trucha (que tanto criticamos) y nos empezamos a querer un poco a nosotros mismos. No hay "noqui" que duerma tranquilo. El hombre es otra cosa. ¿O me equivoco...?