Compañeros del Movimiento Peronista:

Ustedes como yo, compañeros, sabemos que es imposible gobernar si no se tiene "poder", justamente porque, redundantemente, "no se puede" gobernar. El poder se construye, compañeros, desde que el mundo es mundo y no llueven vigornias de punta,  con tres requisitos fundamentales: Conocimiento, Dinero y Fuerza, quién carezca de tan graciosos requisitos puede estar al frente de algín cargo de responsabilidad pero solo como figura decorativa, como una mala foto.

La compañera Meiners, compañeros, parecería no contar con los atributos que más arriba se señalan, tal vez me equivoque, pero, compañeros, es muy difícil que así sea, compañeros. He visto desde los infinitos espacios donde hoy me encuentro, compañeros, que la señora que ustedes habeis elegido para que los conduzca, compañeros, es más dificil que tenga "conocimiento" que recular en ojotas por el campo arado. Y como es un hecho que no tiene conocimiento, compañeros, se ha rendido ante el primer maestro ciruela que se le arrimó.

Además, menos que menos, he observado, compañeros, que la señora tenga "dinero", ni que hablar del propio porque si lo tiene no lo saca ni a tomar aire, pero el dinero de los contribuyentes, digo, compañeros, hoy está en manos de los amigos del "maestro ciruela" o, mejor dicho, del "leguleyo ciruela" que lo gasta a gusto y paladar sin hacérselo oler siquiera a la compañera Intendenta.

En cuanto a la "fuerza" que tan necesaria es a veces para hacer lo que el pueblo necesita compañeros, ésa la he dejado para el último, porque es tan nula la "fuerza" que tiene la primera dama, que dudo le alcance para ejercer los oficios que se ofician en el cuarto de baño.

Dejar a unos pocos ciudadanos desamparados al cobijo de una señora que solo puede ofrecer intemperie, es un acto irresponsable, casi vil, que el tiempo se ocupará de cascotear. Porque una dama, desnuda de los atributos del poder, con una mayoría opositora tan notoria en el Concejo Municipal es, sin duda, la promesa de catástrofe futura más notoria que se pueda presentar en la historia de esa coqueta ciudad.

Por tanto y atendiendo a las razones expuestas, compañeros, os ordeno que, desde el momento de la publicación de esta carta abierta y hasta nuevo aviso, procedan, compañeros, a suspender los besos, abrazos y franelas varias hacia la señora alcaldesa Ana María de los Angeles, por más votos que haya obtenido en las elecciones primarias y por más esperanzas que alienten, compañeros, de que el doctor Chapatín, les otorgue la bendición de un puesto igual o similar al de capataz jefe de los recolectores de basura.

Los compañeros que hagan oídos sordos a esta orden de la jefatura auténtica del movimiento, serán expulsados y excomulgados de nuestras filas y obligados como castigo a hacer una peregrinación hasta Guadalupe portando el escudo del movimiento y con porotos en los zapatos. Un abrazo peronista.

​TTE. GENERAL JUAN DOMINGO PERÓN.