Nadie puede negar que los hombres de Entre Ríos se vienen ocupando desde hace mucho tiempo de promocionar productos y servicios de la mesopotamia argentina. Nadie puede ignorar tampoco que esta familia hizo de este "ejercicio" un negocio. Acá lo sabemos, porque los entrerrianos nos organizaron más de una Fecol y más de uno de nuestros capos en negocios hicieron declaraciones en el programa de "los Bustamante". Hay que creer que los hombres de la tierra de Pancho Ramirez son hábiles. No lo parecen, pero lo son. Bueno, resulta que año a año, el trío viene entregando un premio de cristal, con forma rara (?)  a todas las empresas, empresitas y bulto que se menea. lejos o cerca de su órbita, viva en Paraná, Villaguay, Esperanza, Santa Fe o Rafaela, no importa, porque siguiendo la filosofía del viejo Bustamante (con todo respeto): "hay que tumbar cualquier muñeco que tenga moneda para pagar...". Eso parecería ser la razón que da aire y vida a un negocio que no "es moco de pavo" precisamente. El sábado 7 de diciembre, canal 13 transmitió la entrega del "Muy Bien" (M.B.,  Martín Bustamante, muy bien, ¿La agarraste loco...?), un premio con forma de choricito de cristal, bastante antiestético y hasta incómodo para llevar que los periodistas, promotores, comerciantes o lo que sea que sean entregaron como pudieron (desesperación en el hijo por los excesos de tiempo en el padre) enterándonos de lo caro que son los espacios en televisión. Casualmente, antes de apagar el aparato (conste que estamos imposibilitados de hacer zapping porque tenemos un solo canal), hubimos de ver a nuestro Intendente brindando un mensaje a los televidentes (bastante descolgado en la forma) que los Bustamante colocaron a destiempo y demasiado solitario inesperadamente en el aire, hablando del programa "compresperanza" que se empeña en instalar nuestra ciudad. (¿Debemos hacer tanto para luchar contra el despretigio nacional?). Volviendo a los organizadores, hemos de reconocer que son hábiles promotores, que sin su trabajo algunas empresas serían una esperanza oculta y que su  mérito más notorio (a imitar) es la voluntad, la paciencia y la permanencia en el tiempo. No es poco en la Argentina. No nos gusta la forma del premio, nos sugiere cualquier cosa menos una distinción, pero eso es lo de menos porque se puede cambiar. Lo demás es la demostración de que no es necesario un doctorado en Harvard para triunfar en los negocios. Solo ganas de trabajar. Conclusión: "Los Bustamante son necesarios".  Felicitaciones a los carpinteros esperancinos (que exportan) y a nuestro programa "compresperanza" por el premio. A los rafaelinos también por Atlético (gran campeón) y Sebastián Porto por su primera victoria entre las motos del mundo (ahora correrá para Honda, casi nada). Una noche con ingredientes. Mucho Bustamante y algunos esperancinos. Lindo, si se mira con cariño, che.