AÑO 18

NUMERO 61629

Novela

Año: 3

Número: 160

LA NOVELA DE MAMÁ JUNIORS. CAPITULO DE LA SEMANA. HOY

la-novela-de-mama-juniors-capitulo-de-la-semana-hoy
-¿Usted señora, gran Mamá Angustia de la pampa, tiene superpoderes?
La pregunta se instaló en medio del salón de los grandes tejemanejes como si fuera un cuchillo cortando el aire que rodeaba la silla curul de la corte de Ana María del Cocco.

"¡Superpoderes, usted gran señora tiene superpoderes...!" había dicho la garganta inquieta de la señorita Copes mientras se acomodaba con sus largas uñas la falda del trajecito amarillo. "¡No voy a permitir que nadie en estos dominios vuelva a tener superpoderes!" insistía la delgadísima "edila" levantando el dedo mayor de la mano izquierda. El amplio recinto estaba colmado por (casi) todos los asesores y ministros dando en falta solo al doctor Chapatín que no sale de día . "Y tampoco se refleja en los espejos" susurró a este cronista la cocinera de la corte mientras servía los canapés de media mañana.
- ¡A usted le hablo, oscura Pachamama! ¿Me está escuchando o acaso está distraída empollando los huevos del régimen peroncho? –gritó de pronto la flaca Copes revoleando la cabellera a un lado y a otro.
- Disculpe honorable concejala pero ... ¿De qué superpoderes me habla?
- ¡No se haga la perra debajo el foco, usted sabe bien a qué me refiero, porque ya dio muestras de su predisposición al despilfarro de guita! ¡El pueblo no se olvida, el pueblo no es idiota! ¡Ya tuvimos que soportar a De Pace que en lugar de comprar camiones se gastaba la menega en banquetes y festicholas con Los nocheros!
- Yo no la invité a ningún banquete, señorita.
- ¡Claro, no invita, por lo menos el otro, Caponino, organizaba comilonas para todos, en cambio usted se quiere dar la gran panzada sola con sus amigos...!

Entre tanto grito, las dos mujeres no advirtieron la presencia en la sala de los grandes hurgueteos de su Eminencia Reverendísima el Diputado Carlos I. Debemos decir que cuando el señor Facha fue advertido, el noventa por ciento de los presentes se arrojaron al piso en señal de respetuoso saludo. "Terminado" dijo suavemente el legislador y todos volvieron a sus puestos no sin antes dejar papelitos con pedidos en los bolsillos del camarista. La cocinera le pidió un autógrafo que el hombre firmó gustoso sobre un sánguche de miga. A continuación el señor Facha hizo dos largas zancadas hasta quedar frente a frente con la Alcaldesa.
- Señora le traigo un humilde presente cuyo origen es el comité olimpico de Fascendinilandia. –Dijo levantando una botella que parecía contener un misterioso humo azul en su interior.
- ¿Qué es eso Señor Facha? Usted sabe que no tomo alcohol y menos sidra. –A esta altura de los acontecimientos el silencio se podía cortar con una cáscara de remolacha.
- No es una sidra, señora. Dentro de esta botella se encuentran los superpoderes del anterior Califa, Caponino "el fiestero", gran emperador que ha decidido prestárselos hasta que vuelva del exilio. Solo destape la botella y mientras se libera la bruma oculta en su interior podrá pedir tres deseos, los cuales les serán concedidos de inmediato.

Todos los presentes habían formado un círculo y miraban fijamente la botella. "Tres deseos, se pueden pedir tres deseos" parecían repetirse con ojos libidinosos los cortesanos peronchos sin apartar la mirada de la botella.
-Puede pedir toda la moneda que quiera, también puede eliminar a sus enemigos y hasta lograr que las palomas de la plaza vayan a cagar a Rafaela si quiere. –Explicó el Diputado mientras dejaba la botella sobre los faldones rojos y amarillos de la Lora Mayora.
- ¿Puedo comprar un camión regador para Los Toboganes?
- Puede.
- ¿Puedo irme a mi casa sin que nadie se de cuenta?
- Puede, pero para eso no necesita superpoderes.

La señorita Copes que había contemplado en silencio toda la escena se acercó a los dos mandamases y luego de hacer una ligera reverencia en dirección a Carlos I, solicitó autorización para hacer una pregunta.
- Pregunte lo que quiera señorita Copes, haga de cuenta que está en su casa. –autorizó amablemente el señor Facha.
- Usted dijo que con los superpoderes contenidos en la botella se podría eliminar a los enemigos.
- Eso dije.
- ¿Podría eliminarlo a usted?

El Diputado miró por unos segundos a ambas mujeres. Pensativo hizo unos pasos por el salón. Abrió uno de los grandes ventanales. El aire de la primavera que se colaba por los balcones parecía tener origen en los inmensos lapachos de la plaza.
- El que me quiera eliminar deberá cumplir antes un deseo específico...
- ¿Qué deseo?
- El deseo de volar...
- O sea que entre los tres deseos ...
- Son tres; un deseo cualquiera, volar y por último me hace puré... –dijo el Señor Facha mientras dejaba que la brisa jugara con su jopo.
- ¡Esta bien, traiga para acá la botella! –la señorita Copes retiró el corcho de prepo y entonces una humareda azul marino inundó el salón mientras la concejala se apuraba para pedir tres deseos: "Primero casamiento, segundo volar y tercero la desaparición del señor Facha".
- ¡Listo! ¡Ahora que hago!
- Si todavía desea eliminarme debe volar y asunto terminado.

Acto seguido la señorita Copes tomó impulso, corrió unos metros y saltó por la ventana como quién se zambulle en una pileta para correr los 50 metros mariposa.
Todos los presentes corrieron hasta la ventana para observar el supuesto vuelo de la concejala. En honor a la verdad debemos reconocer que el asunto del vuelo falló escandalosamente. Lo que siguió después fueron solo ruidos, ruidos de sirenas, ruidos de voces, en fin, ruidos... La señora Alcaldesa por su parte invitó al señor Facha a compartir el refrigerio de media mañana durante el cual aprovechó para preguntarle por qué había fallado la botella con los superpoderes. "Seguro tenía un virus" reconoció el diputado mientras masticaba un mixto de jamón y queso.
 
Facebook Twitter Delicious Linked in Reddit MySpace Stumbleupon Digg Whatsapp Enviar por Correo

Imprimir Noticia

El Tiempo
Tiempo Esperanza
Buscar Noticias
Frases Célebres
Vigilando, laborando y meditando todas las cosas prosperan.
Salustio, Caius Sallustius Crispus (85-35 a. C.)
Historiador latino
Cotización del Dólar