AÑO 18

NUMERO 61629

Novela

Año: 3

Número: 150

"LA NOVELA DE MAMA JUNIORS" ¡IMPERDIBLE! NUEVA ENTREGA: PRIMAVERA SIN ALCOHOL

Por: Edgardo Ferrero

Aclaración: El que lee debe saber que esto es un dramón por entregas. Por lo tanto para evitar malentendidos, el narrador aclara, que los personajes de estas historias son absolutamente ficticios, falsos, inventados, producto de la fantasía, pura literatura. Y por si esto fuera poco, el que escribe cumple en aclarar que todo lo que aquí se cuenta es " bruto delirio de la fiaca creadora" que responde casi seguro a un quiebre en la inestable personalidad del autor. Por eso mismo, en caso de producirse alguna similitud con cualquier hecho real, el lector debe atribuirlo derecho viejo a simple casualidad, magia de la literatura, ¿vio?. . . (E. F)

"Aquella jornada, como era usual en la añeja residencia donde moraba la alcaldesa del Salado, el tedio campeaba sobre las existencias de su graciosa majestad Ana María del Cocco y sus ayudantes. Pese a la expectativa que generaban las últimas órdenes impartidas a los súbditos del reino, órdenes lanzadas en persona por la Dama Blanca y que clausuraban la ingesta de bebidas con alcohol en la celebración de la primavera, igualmente la fiaca parecía haberse instalado para siempre en los salones de los grandes hurgueteos y nada hacía prever un cambio de ánimo. Más como siempre ocurría cuando todo el gabinete estaba reunido se desarrolló entre sus miembros un cambio de opiniones, expresadas en tono ameno, cordial y lleno de genuino afecto.
- ¡Animal, por qué carajo dijiste que ibas a reformar el LIMPES si después dejaste todo como estaba!
- ¡No seas caído del catre, no te das cuenta, mamarracho, que lo hice para que no piensen que nos rajamos del gobierno!

Los ministros de Mamá Juniors se quieren, casi podría decirse que se aman. Ella, la Pachamama, mientras tanto, los mira y protege como una gallina bataraza cuida a sus polluelos.
-¡Basta señor De la Cueva! ¡Basta señor Smitti! ¡No podemos perder tiempo discutiendo nimiedades, debemos pasar de inmediato a las razones de estado que nos trajeron hasta este sacrosanto salón donde moraran augustos Intendentes desde Breques a Barraguirre pasando por Rulo Bruera el magnífico Señores, el deber nos llama, la salud de nuestra juventud está en peligro, el futuro está en peligro! - La señora Mamá Juniors leyó estas duras sentencias y a continuación hizo un bollo con el papel, bollo que arrojó en dirección a la cabeza del tesorero Titín.
-¡A sus pies gran señora! ¿Qué se le ofrece? –dijo el tesorero despertándose.
-¡Señores ha llegado la hora... debemos infiltrarnos entre los imberbes que se encuentran en el balneario! ¡Es nuestra obligación ingresar sin ser advertidos al campo que tiene el municipio junto al Salado para salvaguardar la moral y la salud de nuestro pueblo!

Los miembros del rejuntado se miraron horrorizados. "Infiltrarnos entre los muchachones del balneario" , dijo para sí el Secretario de Gobierno, "si se avivan nos agarran a patadas ..."
- ¿Y cómo piensa usted que podemos hacer eso? – Preguntó con una vocecita temblorosa el responsable de la cultura ciudadana el insigne ciudadano Carlos Aristides Selkoñato, el trafoguero.
- Procederemos a convertirnos en jóvenes 2008 con las ropas que nos proveerá gentilmente la tienda La Favorita y el correspondiente maquillaje a cargo del responsable de la empresa "Pelos y Pefumes".

Ni bien dijo esto la señora Intendenta, los nombrados, el de la tienda y el maquillador se adelantaron uno con las pilchas y el otro con los polvos y los ungüentos para proceder a la transformación. En honor a la verdad, debemos informar al que lee que algunos miembros del gabinete amagaron con retirarse aunque desistieron enseguida de sus intenciones cuando vieron que algunos inspectores municipales los miraban desde la puerta haciendo ostentación de un palo de goma similar a la vieja y querida "cachiporra".
-¡El que se negare a disfrazarse será echado como un perro de este gobierno! –gritó la gran dama mientras el ladrido de un perro venía de las escaleras.

Hechas las advertencias, todos los integrantes del rejuntado que rige los destinos de la ciudad que fundara don Aarón Castellanos fueron maquillados por el maquillador citado y todos, sin excepción, trocaron sus tristes ropas por pantalones tipo pescador, musculosas de estridentes colores y birretes con inscripciones. Dejaron a continuación sus puntudos zapatos y sus medias "chicle" negras para enfundarse sendos zoquetes y enormes zapatillas doble suela. Párrafo aparte merece el atuendo de la señora Mamá Juniors que cambió su elegante trajecito color gris paloma por una pollerita tipo porrista, remera colorada y vincha con la inscripción "el vino es un veneno".

Rato después, las estrafalarias figuras de la alcaldesa y sus esclavos se desplazaron por las aceras del municipio entre groserías proferidas por los ocasionales paseantes. Arribado que hubieron a una de las esquinas de la plaza esperaron pacientemente el colectivo destacado para el traslado de los festejantes al lugar del pic nic de la primavera. Tras los consabidos cachondeos con los adolescentes que integraban la cola subieron al transporte con satisfechas expresiones en el semblante, en tanto que el fornido chofer mostraba signos de fatiga. En cuanto a si el operativo infiltración tuvo o no tuvo éxito es tema de otro capítulo, no obstante ello conténtese el lector con el relato de estas curiosas peripecias propias de un vetustísimo cerebro que seguramente se verá imposibilitado en colegir las razones de tan absurda conducta. La gran dama blanca, mientras tanto, iba en dirección al balneario, disfrazada de porrista, repitiendo su loco latiguillo de "primavera sin alcohol", mientras las sardónicas miradas de los peludos estudiantes taladraban sus encorvadas espaldas.
 
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