Cual es la razón por la cual la señora Meiners sigue confiando en sus asesores, es un misterio misterioso. Ahora se nota que la Intendenta funciona como una "prótesis" necesaria de algunos que son los que verdaderamente dan las órdenes. El tesorero impide se haga cualquier pago, así se trate de una cuestión de vida o muerte para el gobierno y la imágen política (que hoy está al borde del colapso) de Ana Meiners. El otro asesor y profeta legal sale a patear los hormigueros ciudadanos en nombre de la señora Intendenta como si fuera ella quién habla, generandole un rosario de conflictos con la gente, con los compañeros de ruta y con la justicia. Por supuesto que el "habilísimo" doctor Chapatín provoca las causas y no se hace cargo de las consecuencias ya que cuando la cosa viene fulera dice que él no pertenece al gobierno.

Ahora, en medio de un tembladeral, que incluye promesas incumplidas por la propia alcaldesa a los vecinos inundados del Sur, el nuevo D´Elía (nos vino a tocar a nosotros)se desboca y sale a insultar a propios y extraños provocando un batifondo que tiene como único resultado el reclutamiento de miles de enemigos más para la rubia veterana (como si no tuviera ya enemigos).

¿Todo esto es a`propósito? Imposible saberlo, parece que existe una vocación suicida del gobierno Meiners pero todavía es muy pronto para asegurarlo. Pelearse con todas las familias inundadas del sur que luchan por una justa reparación es temerario. ¿La señora querrá irse a su casa?