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Ciudad

Año: 12

Número: 579

HISTORIAS DE LA CIUDAD SECRETA. " LOS INDIOS Y LA MARIPOSA NEGRA"

HISTORIAS DE LA CIUDAD SECRETA.

"Estas son épocas en que se han perdido los valores, el sexo sin control y la droga son una desgracia", dijo el cura del San José que, como todos los sábados se había cruzado hasta el boliche para entrarle a un Cinzano con hielo.
- Mire padre -dijo el Colo desde el mostrador- no estoy tan seguro que eso de la pérdida de los valores sea cosa de ahora,  si uno lee un poco de historia se convence de que los traíamos perdidos de antes.
- Oiga -dijo el cura echando soda en el vaso-, aparte de que usted tiene fama de "estar en la joda",  le confieso que no creo ni una sola palabra de lo que dice.
- Sin embargo, según cuentan los historiadores de la Colonia, lo que más había diezmado de hombres a la tribu del cacique Bonifacio Cadorna fue el rito de iniciación sexual.
-¿Más que la peste y que la guerra? No me haga reir.-sonrió el religioso.
- Los jóvenes que alcanzaban los 18 años debían saltar del "árbol del despertar sexual", un eucaliptus de 20 metros de alto a las aguas del Cululú. Aquellos que sobrevivían eran considerados lo suficientemente dotados para procrear.  Ese "rito" -según se dice- lo había impuesto el hechicero Haroldo "Uko" Yanquetruz para despejar la competencia y quedarse con las cautivas.
-Eso me interesa -dijo el bolichero.
- ¿Qué es lo que le interesa? -preguntó el cura.
- Lo de las cautivas, siga don Colo. -dijo lascivo el otro.
- La cautiva más famosa fue Teodolinda Schuck, que salió con su redecilla en busca de la mariposa negra y tuvo la mala suerte de encontrarse con un contingente de indios que venían del lado de San Jerónimo a festejar el día del estudiante. -continuó el Colo-. Cuando vieron a Teodolinda, imagínense, los indios hicieron un silencio reverencial y entonces el hechicero la tomó de la mano y la llevó en dirección a un morro para enseñarle el lugar donde había aparecido por última vez la mariposa negra.
- Pobre chica, me imagino el tamaño de la mariposa negra. -dijo el bolichero.
- Podía haber tenido mejor suerte, pero los indios estaban potenciados por la droga.
- ¿Qué droga? -quiso saber el cura.
- Zarzaparrilla, estaban dados vuelta por la zarzaparrilla. -cerró el Colo.