www.esperanzanews.com.ar

Humor

Año: 2

Número: 127

El ratón de Valais está enterado del viaje a China....

El ratón de Valais está enterado del viaje a China....

HOY: Protocolo chino.

El ratón se paró sobre un corcho de sidra La Farruca y dirigiéndose a sus amigotes dicen que dijo a viva voz:
-¨Yo he presenciado la reunión secreta en la cual se impuso el indispensable protocolo para el correcto desempeño de la delegación que en breve tomará el avión a China y Vietnam y si ustedes están dispuestos pasaré a contar lo visto y oído¨.

Cuando el roedor de Valais dijo lo que dijo, todos los de su especie que se encontraban de visita en la cueva que el susodicho ocupa frente a la Unidad Regional XI, hicieron un respetuoso silencio. Y no era para menos, el ratón de Valais, había declarado a viva voz que fue, nada menos que testigo ocular de la secretísima reunión donde se dieron recomendaciones e instrucciones precisas para no meter la pata en el Oriente.
-¡La papa! ¡Empiece a desembuchar compañero! –gritó el viejo ratón al que llaman Zaratustra, desde el fondo de la cueva mientras se mandaba un grano de praliné-
-¡Dónde se hizo! ¿Quiénes estuvieron? ¿Y los oradores? ¡Dale, hablá de una vez! –chilló un coro de ratones justicialistas de la línea ¨Kirchner-Reutemann-Trionfini-Carrizo¨ que jugaban al codillo más atrás.-
-¡Momento! –dijo el ratón de Valais- ¡Hagan un cacho de silencio, che! ¡Será posible! ¿Creen que esto es joda? ¿Acaso creen que esto es una paparruchada? ¡Esto no es joda manga de bestias, que se creen que esto es jabón de oler! ¿Ir a China es fácil acaso? ¡Se trata de una misión trascendental para el futuro de la Suiza de las Pampas! ¡Del éxito o el fracaso de este viaje puede depender el queso de las futuras generaciones! ¡Pregunten de a uno, carajo! – Arengó reciamente el ratón de Valais-
-Si me permiten, yo preguntaré primero, –dijo suavemente un ratoncito rubio que según se sabe, tiene domicilio en el CICAE- quisiera saber, si se puede, donde fue que se hizo la famosa reunión secreta y quien fue el taita que instruyó a los presentes.
-El Secretario de la producción y otros menesteres. –Dijo el ratón de Valais-
-¿Qué? –Saltó una ratita blanca bastante erotizada- ¿No me digan que fue Mauri...?
- Así es, pequeña, el muchacho de rulitos y barba de tres días, se presentó, dijo ¨Buenas noches, soy Mauricio y ahora van a ver lo que les voy a decir¨
- ¿Y que dijo el guacho..? –insistió la ratita-

Se hizo un corto silencio durante el cual el ratón Valais aprovechó para presumir de misterioso y disfrutar de la espectativa que se había creado, acto seguido lanzó a la audiencia una mirada de ¨mate y venga¨, y usando un sorbete de Gatorate a la manera de puntero habló: ¡Escuchen compañeros! ¡El tipo que se hacía llamar Mauricio dijo algo más o menos así:¨
¨¡De Marketing me las se lunga y de Marketing chino más o menos pero igual me la banco! –Dijo el ratoncito que mpezó diciendo el tal Secretario de Industria y que enseguida agregó-. ¨Lo primero de todo que tienen que saber los que van para allá es que si van a algún ágape a la embajada o a cualquier lado lo último de lo último que deben hacer es olerse los dedos delante de los chinos. Y menos que menos olerse los dedos mientras exclaman ¨donde carajo metí la mano¨ porque si hay cosa que le moleste a los orientales es eso¨.
Así fue –según contaba el ratón- que empezó la conferencia el tal Mauricio y, siempre según los dichos del ratón de Valais, parece que todos escuchaban con mucha atención. Estaban allí presentes varios empresarios, entre ellos el gran capo máximo y otros también que en una de esas van a la China y a la loma del Picho Mocho si hay que ir, porque, según dicen, son especialistas en bombas cazabobos como las que dejaron los soldados de yankilandia cuando se retiraron de Saigón.
-¨Además –siguió el Secretario de la Producción y varios- si se les cae una albóndiga o un canapé no se agachen a juntarlo. Cosa que revienta a los chinos es que alguien se agache delante de ellos, además no es bueno para la salud andar agachado.¨
-¨Si los ataca la tos, deben toser primero y después hablar¨. ¨A los chinos les molesta sobremanera la tos y ni que hablar los estornudos¨ ¨Tampoco repriman el estornudo porque muchas veces es mejor que salga el aire por donde debe salir y no por otro lado¨ ¨Además si les viene un estornudo y no lo dejan salir se puede producir una implosión¨ ¨Los chinos y los vietnamitas no harán negocios con aquellos que estornuden para adentro¨. –dijo el tal Mauricio mientras se sonaba la nariz con una servilleta-

A continuación el Secretario fue ovacionado. Hizo varias señas de ¨no es para tanto¨, les deseó ¨buena suerte¨ a todos y encaró la puerta. De pronto pareció acordarse de algo, se detuvo en seco y se dirigió a los presentes levantando la mano derecha y haciendo cuernitos: ¨¡Y recuerden, no vayan a pestañear demasiado en una reunión donde vayan los chinos con sus novias o esposas, porque van a creer que se las quieren levantar! ¨ Enseguida, pegó un saltito, salió corriendo y se perdió en la noche.
-Eso fue todo lo que escuché –dijo el ratón de Valais a sus amigos que lo miraban con cierta incredulidad-
-¿Y donde fue que se hizo semejante reunión si se puede saber? –preguntó un ratonazo bigotudo y de lentes que vive en la oficina del PAMI-
-En el edificio del Correo...
-Ah, muy bien, ahora todo cierra, esa es la razón por la que el Secretario se fue corriendo. –Dijo suspirando Zaratustra-

Después la ciudad volvió a la normalidad. La luna alumbraba con sus rayos plateados las montañas de hojas que desbordaban los cordones. Las hojas mojadas formaban una pasta cuyo aroma despertaba los sentidos de los pocos esperancinos que peregrinaban por las calles de la suiza de las pampas. ¨Hay olor a otoño¨ dijo el ratón, un ratito antes de volver a concentrarse en un pedazo de empanada árabe que guardaba para las grandes ocasiones.