La ciudad a traves de una llamada Comisión de reconocimiento a la obra de la congregación del verbo divino, recibió los restos de los padres Navillat, Robrecht y Kreder, tres personalidades riquísimas que marcaron con su trazo gigante a esta ciudad que tiene en sus colegios, institutos y facultades una intención de ciudad culta y recorrida por estudiantes de todo tipo.
Es bueno que estos hombres tengan su lugar en la ciiudad, es muy bueno que la ciudad los reciba y los reconozca. Esto si que fue un 8 de setiembre, en la Facultad que crearon, en el Colegio donde enseñaron y en la tierra que tanto quisieron. Muy bueno. Así se empieza el camino hacia el conocimiento real de nuestra identidad.