Nervios desde temprano en el domingo. Todos arriba para empezar perdiendo a los 22 minutos y encender la esperanza con el empate de Matías a los 28. Boca ordenado, guapo y sin salirse del libreto llegó a los penales más entero que el super equipo italiano. Los obreros de Bianchi, con el handicap de guardar a Tevez hasta los últimos minutos, demostraron que si cada uno hace lo que sabe, lo que puede y le pone ganas y sacrificio se puede contra cualquiera.

Abondancieri después atajó dos penales, uno de los tanos se fue encima del travesaño y a pesar de marrar Bataglia todo fue más fácil de lo esperado. Matías Donnet fue el mejor de la cancha para los japoneses, Esperanza tiró bombas, se emocionó y hasta lloró en la plaza principal que se vistió de azul y amarillo. Boca, Donnet, Argentina, todos otra vez para creer. La recibió al pibe con una emocionante caravana, la plaza esperancina, lugar obligado de reunión se coloreó con los brillos de Quinquela y el chico Donnet lagrimeaba viendo a sus amigos y vecinos gritar su nombre. Cosas lindas que puede inventar el fútbol, cosas de milagro, cosas que parecen mentira... cosas que pasan en esta sufrida Argentina que compensan las pálidas. Muy bueno.

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