El sistema de estacionamiento “inteligente” de Gómez y Meiners es un fracaso, mantenerlo es un error, insistir con el error es una falta de respeto hacia los comerciantes incluidos a la fuerza dentro de la franja, hacia sus clientes y, por rebote, también para todos los ciudadanos.
Los directamente involucrados en este engendro se manifestaron claramente en contra del sistema. Las razones están a la vista y son atendibles. Sostener el canon de estacionamiento es una ofensa, no solo a la opinión de quienes reclaman, sino a su bolsillo.
El gobierno municipal continúa, sin embargo, cobrando por estacionar en el circuito establecido. Ha generado un problema grave donde no había problemas. La reducción alarmante de las ventas en los comercios presos del “sistema inteligente” exige una solución rápida. Cada instante que pasa la situación se agrava. Las pérdidas son de los comerciantes. El Municipio, mientras tanto, duerme la siesta.
El sistema de estacionamiento, por complejo, oneroso y dañino ha fracasado. Ahora mismo está generando perjuicios serios en ciudadanos a quienes se les ha cambiado el tablero. Los comercios del centro y aledaños han invertido mucho dinero con una expectativa que ahora cambió. Muchos están en dificultades. Las perspectivas no son buenas, de persistir la Intendenta en el error, es posible que comiencen a cerrar algunos comercios. 
 

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