Este asunto de los "chorros" golpea y mucho al peronismo. Tal vez no tanto al "movimiento" compuesto por numerosos espacios (gremial, político, etc) que, sin embargo, también quedó bastante abollado, como al partido peronista que parece al borde de la debacle. El partido (que interesa para volver al "poder" y por ende a los cargos) quedó al borde de la debacle. Es una realidad la "diáspora" peronista que se inició primero para "rajarle" al fanatismo kirchnerista y ahora para diferenciarse de los chorros. Los electores no van a elegir chorros. Eso es una realidad. El poder electoral del peronismo se ha reducido por lo menos a la mitad. ¿Tendrá tiempo el partido para zarandear a sus integrantes y mostrar al electorado antes del 2017 un equipo de candidatos libres de toda sospecha?

Sacarse la duda de encima va a costar. En todas partes. La Intendenta de nuestra ciudad (para dar un ejemplo) ¿quién dice que no tendrá que remar para limpiar de dudas a sus candidatos al Concejo, el año que viene? Por lo menos, la conducción local del Partido, tendría que ponerse a trabajar para eliminar la duda del corazoón humillado del electorado. Claro que habrá gente que no querrá oír hablar de peronismo. Ni que decir de aquellos que cuando le nombran al kirchnerismo les agarra un ataque al hígado.

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