El único que salvó la ropa en Santa Fe fue Perotti, quien sumó dos bancas para el kirchnerismo al Senado Nacional. Reutemann también va a la cámara alta y, párrafo aparte para Binner que, cuarto cómodo, llama a la reflexión al Frente Progresista. No se puede adjudicar el triunfo de Macri al trabajo de los referentes locales porque no movieron un dedo para conseguir los votos. Tampoco Pirola y Meiners por supuesto y acá el resultado es más coherente porque Scioli hizo un papelón. Tal vez lo sucedido se deba más que a la vocación de cambio de la gente, al cansancio por un estilo de gobierno que hizo de la prepotencia una costumbre y que realmente dividió a los argentinos. Ahora hay que votar otra vez, cambia la cosa porque será una elección por uno o por otro. Ojalá sea para bien del país.