Si por lo menos hicieran pavimento que es lo único concreto que se suponía estaban haciendo. Pero resulta que según los geniales dirigentes municipales parece que llovió durante todo el año porque "no se puede trabajar en el barro". Hasta Becchio se hace el malo y dice lo mismo, tal vez para justificar la aprobación de todo lo que le manda Meiners. Becchio es un caso de geriátrico porque vota a favor de los enemigos declarados de su jefe Macri. Aunque le hayan prometido un lugar en el gabinete no se justifica tanta inconducta. Lo que preocupa es la parálisis de la Intendenta que ya lleva muchos años. Parálisis disimulada por la acción de la Provincia que hizo todo lo concreto que se ve en la ciudad. 

Uno se pregunta si la lista de boludeces que ponen el boletín municipal es en serio o, directamente, es sanata para la gilada. Verso para seguir haciendo la plancha. La Intendenta cada vez que aparece en público parece recién sacada de la heladera. Si por lo menos los que la rodean tuvieran un cacho de iniciativa, pero no, todo sigue igual. Gomez y compañía se han convertido en burócratas más preocupados por cuánto y cómo van a cobrar que por el destino de la ciudad. El pavimento roto, la mugre en los barrios, el descontrol, el despilfarro, la nula presencia del Intendente en el Concejo, los edificios en ruinas, la desidia en las presentaciones por obras menores, las promesas incumplidas, los ñoquis en vivienda empezando por su responsable, en fin, de eso no se dice nada en el boletín. Lástima la ciudad con estos tipos.

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