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Novela

Año: 12

Número: 567

LA NOVELA MUNICIPAL. CURIOSA FORMA DE CALCULAR LA TASA.

LA NOVELA MUNICIPAL. CURIOSA FORMA DE CALCULAR LA TASA.

"Señores, a continuación, procederemos a arrojar la perinola, para determinar a cuanto asciende el aumento de tasas para las diversas zonas"  -dijo el locutor oficial, un petiso pelado parecido a Navarrete el que trabaja con Tinelli.
-¿Qué es una perinola? -preguntó al arquitecto Blangini una rubia responsable de turismo.
Oreste Blangini despertó de su sueño en el cual estaban prolijamente arreglados los badenes de la plaza San Martín y le explicó a la chica que una "perinola" era una especie de trompito hexagonal en cuyas caras uno podía encontrar distintas opciones y que para el caso de las tasas se había colocado en cada canto las siguientes inscripciones: 30%, 40%, 50%, 60%,70% y 100%.
"La señora Intendenta Municipal inaugurará el nuevo sistema de zonificación tributaria arrojando por primera vez la perinola". -dijo el pelado y la banda arremetió con unos acordes.
La alcaldesa se arrimó y tomó el artefacto. Un solo de clarinete la acompañó remarcando sus gestos. La primera dama levantó la perinola y mostró a los presentes que "nada por aquí y nada por allá" y enseguida gritó que "¡pare la música!" como si fuera Jhonny Allon y se dispuso a arrojar el trompo a la vista de los presentes. 
"Este porcentaje corresponderá a la zona Este donde su excelencia la señora Intendenta Municipal posee diversas propiedades con origen en sus ancestros y en sus actividades en el rubro de la salud cuando se desempeñaba como enfermera diplomada"
Un aplauso discreto selló las palabras del petiso. A continuación la señora realizó dos o tres intentos fallidos en los cuales la perinola fue a parar a sendos rincones del salón.  Cuando la Intendenta volvió a tomar (por tercera o cuarta vez) el trompo, antes de arrojarlo al piso, observó con el ceño fruncido al auditorio donde se habían escuchado algunas risitas. Apoyó la perinola contra el suelo y de inmediato surgió un redoble de tambor. Hizo fuerza para proceder y le subieron peligrosamente los colores a los cachetes. Esta vez, sin embargo, todo salió a la perfección, el adminículo giraba silencioso merced a la fuerza de la dama del Salado, se congeló, se movió hacia un costado y acto seguido comenzó a tambalearse y rodó por el suelo hasta que se detuvo.
"Bien señores, la zona Este, la zona del Polideportivo pagará.... pagaráááá...." gritaba el locutor mientras se acercaba a la perinola blanca que yacía en un rincón fuera de la vista de todos.
"Pagaráááááááá..." repitió el fulano mientras el tambor atronaba en el salón.
"¡Pagará... el 100%!",  gritó el tipo y la banda entró con la marcha peronista.
- ¡Qué pare la música! -gritó fuera de sí la alcaldesa. El tambor paró, todos pararon. Los presentes se paralizaron. En honor a la verdad no volaba ni una mosca. Lentamente la gran señora se acercó al lugar donde se encontraba la perinola que deschavaba el horrible 100%, se agachó haciendo chillar las rodillas, y como si estuviera atajando penales tomó el trompo blanco entre sus manos y lo arrojó con fuerza por los ventanales. Después miró con bronca a todos los que allí se encontraban y dijo.
-  No vale. Va de nuevo.
Y después agregó las siguientes palabras (irreproducibles) en dirección al petiso pelado que oficiaba de locutor: LPMQTRP.  Enseguida desapareció del salón sin saludar.