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Provinciales

Año: 12

Número: 564

PARA VENDER UNA PORCIÓN DE LA PLAZA "RENACER", BLANGINI NECESITA LA COMPLICIDAD DE LOS CONCEJALES RADICALES.

PARA VENDER UNA PORCIÓN DE LA PLAZA

Funcionarios de Obras Públicas avalan el pedido de privados para que se les venda unos metros de la placita Renacer. Lo trágico es que el Secretario Blangini ni siquiera se pone colorado. Mientras tanto la "concejala" Oggioni acompaña el absurdo. La decadencia de la comunidad parece responder a la rebaja de la "materia prima" humana cuya capacidad funcional cada tanto se reduce.

Si es cierto que todos somos iguales ante la ley, la decisión que tome el Concejo con respecto al caso de la Placita Renacer, podría ser determinante para que cualquier hijo de vecino se sienta en condiciones, de ahora en más, de hacerse dueño de un monumento, un parque o un museo, según le parezca. 
El Secretario de Obras Públicas, Oreste Blangini, es el responsable absoluto (aparte de la Intendenta Meiners) de la absurda situación en que se encuentra la propiedad lindera con la plaza Renacer.  El espacio público invadido por una construcción privada obligó a la vecinal Oeste a insistir con la solución de un hecho consumado del cual advirtió repetidas veces desde el año 2013.

Actualizado el tema, los concejales radicales creyeron que correspondía una interpelación pública del funcionario responsable, quién, lo menos que debería hacer es explicar a los contribuyentes las razones por las cuales se dispone tan irresponsablemente de la propiedad del Estado en beneficio de terceros. 

Sin embargo, Blangini, fue eximido de dar explicaciones, gracias al voto salvador de la concejal Oggioni, que hoy por hoy oficia como aliada del oficialismo hasta límites que sugieren una connivencia con Meines a tal punto de colocarse en un sospechoso lugar que perjudica a los vecinos, como en este caso. 

De todos modos no será fácil salir del asunto. La propiedad se encuentra ocupando un espacio ajeno que no le corresponde ocupar, y por si esto fuera poco, el espacio es público.  Los vecinos reclaman por ese lugar con justicia.  El Estado Municipal, como administrador de la hacienda pública, tiene que dar una respuesta concreta.  Meiners, Blangini, Becchio, Kinen, Elena y ahora Oggioni tienen la obligación de ponerse del lado de la gente, si no lo hacen corren el riesgo de ser considerados cómplices de intereses privados. No hay nada que analizar, la plaza Renacer pertenece a la ciudad, es propiedad comunitaria, ningún individuo  puede arrogarse privilegios sobre ese espacio, justamente porque es de todos. Los responsables de la infracción, entonces, deberán retroceder de inmediato, cueste lo que cueste, dejar todo como estaba en origen, si tienen que tumbar lo hecho que lo hagan.  Los funcionarios, como representantes del pueblo, deberían colocarse del lado del pueblo. Las evasivas, las medias tintas de Oggioni, responden a un "ni fu ni fa" característico con el partido mistongo al que pertenece. ¿A qué solución dialogada se refiere la concejala? ¿Quiere vender un metro y medio de Plaza Pública para que sus amigos no pierdan plata demoliendo lo que construyeron fuera de la ley?  Penoso.

La verdad es que todo esto da pena. Estas conductas temerosas fueron en todos los tiempos las causas de la decadencia de los pueblos. Ciudades como la nuestra, en otros tiempos progresistas y prometedoras, vegetan hoy en día en la mediocridad y ya no cuentan para nada en la vida política de la provincia. Nada más que agregar, estos sujetos componedores, sanateros y miedosos, quieren vender una plaza, si permitimos esto, cualquier abuso de la propiedad pública estará permitida.