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Novela

Año: 12

Número: 559

LA NOVELA MUNICIPAL. HOY: "UNIDOS ES MEJOR"

LA NOVELA MUNICIPAL. HOY:

"Si no estamos unidos nos van a comer los bichos". Dijo el Tenedor de Libros Gómez llegando a la Unidad Básica con un paquete rectangular  envuelto en papel de diario donde se podía ver el rostro multicolor del empresario Santo-Laria, el santo de los camiones.
- ¿Y este lactante quién es? -preguntó un morocho sacudiendo la parrilla donde se hacían unos chorizos.
- Ese es Gómez, el tesorero del municipio -dijo un petiso de rulitos.
"Lo que tenemos que lograr es que se sumen los "massistas" para ganarle a los radicales, si no conseguimos eso nos pueden ganar y si nos ganan, se acabó, volvemos a la lona" -insistió Gómez.
- ¿Y quienes son los massistas? -preguntó el de los chorizos.
- Nosotros. -contestó un flaco de traje desde un rincón.
- ¿Y ustedes son peronistas? - quiso saber el parrillero.
- Por supuesto que somos peronistas -saltó un pelado que estaba con el flaco de traje.
"Todos somos peronistas -dijo Gómez- por eso tenemos que unirnos lo antes posible, el 2015 llega y necesitaremos los votos de todos. Todos los compañeros son importantes, los que vienen de la rama del doctor Albarracín, los que sufren con Carrizo, los ortodoxos, los históricos, los montoneros, los reutemanistas, los kirchneristas, los pirolistas y los jóvenes por las colonias."
- ¿Y la gente de Becchio? -gritó un gordo cercano a la parrilla.
- La gente de Becchio también -dijo Gómez.
- Entonces, si vamos a unirnos necesitaremos una prenda de unidad -dijo el gordo relojeando los chorizos.
- Justamente en eso estuvimos pensando, por eso he traído conmigo la prenda de unidad. -dijo Gomez mostrando el paquete.
El objeto estaba cuidadosamente envuelto en un ejemplar del periódico "Al Margen", otro de "El Colono" y otro de Edición Humo" en ese orden.
- ¡Esta es la prenda de Unidad! -dijo Gómez desnudando el paquete y aplicando una patadida a la pelota que hizo con los diarios.
Ante la mirada de los compañeros presentes apareció una foto color de la señora Intendenta peinada de peluquería, sonriente y con un vestido floreado. Gómez levantó el retrato y se hizo un profundo silencio. Por un instante solo se escuchó el chirriar de los chorizos.
- ¡A comer, compañeros! -gritó de pronto el asador.
Todos se dieron vuelta, líneas internas, ortodoxos, históricos y renovadores saltaron en sus lugares y corrieron al fondo unidos por el llamado de los embutidos dejando a Gomez pintado en medio del salón.
- ¡Vení pibe, dejá nomás el cuadro de la vieja, que acá está la verdadera prenda de unidad! -gritó el gordo con medio perro caliente en la jeta.