La Federación de Vecinales había lanzado un conmovedor llamado a la solidaridad pidiendo a la población que ayude a encontrar al gerente del Instituto del Hábitat.  Se distribuyeron y pegaron identikits con el rostro demacrado del ex bancario, se vigilaron los bares y piringundines, NADA.  Lo encontraron, sin embargo en el lugar menos pensado: estaba en su casa durmiendo la siesta.  Es raro porque resulta que su familia también lo buscaba con desesperación.  "Lo habré tapado con el plumón sin darme cuenta", dijo la esposa con lágrimas en los ojos.

Una vez despierto el gerente Colla buscó las carpetas del Instituto del Hábitat y dijo: "¡Uy, cuánta gente necesita casa!".  A continuación salió rápidamente en dirección al banco de Santa Fe. "Seguro va a conseguir un crédito blando" dijo la señora Colla. "Me parece que lo único blando que conoce este es el plumón, señora" pensó en voz alta el Presidente de la Federación de Vecinales. Tenía razón el "flaco" corrió hasta el banco porque era fecha de cobro. Cobró a todo lo que da y volvió de inmediato a su domicilio. Guardó la guita en una caja que decía "mosca" y se arrojó a la cama. La señora lo tapó con el plumón. "Este sí que es peronista ortodoxo", dijo Strickler, "de casa al trabajo y del trabajo a casa". El otro, mientras tanto, roncaba al ritmo de la marcha. 

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