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Cartas de lectores

Año: 11

Número: 545

HISTORIA DE LECTORES. LA FIESTA DEL CHANCHO.

HISTORIA DE LECTORES. LA FIESTA DEL CHANCHO.

“Muchos fanfarronean con la Fiesta de la Agricultura, porque dicen que  es nacional “–dijo el “Colo” mientras se mandaba al buche el cuarto triple de pollo marca Dutruel.  Era de tardecita y unos cuantos parroquianos aprovechaban el calorcito de setiembre para disfrutar los mejores “lisos” del barrio norte.

“Sin ir más lejos, a vos te digo que en Maciel, por ejemplo,  se hace la Fiesta Nacional del Chancho y no tiene nada que envidiarle a esta. Se elige la reina del chancho y hasta la doma del chancho se hace.”

El interlocutor de nuestro amigo era un mozo profesional, turco para mejor, que servía con lentitud intencional los platitos de ingredientes y el balón de medio litro de cerveza,  para escuchar el final de la historia.

“Eso sí – siguió el Colo- el domador de chanchos tenía que ser petiso.  Había en Maciel un Secretario de Gobierno de apellido Anza que era domador de chanchos”.

- ¿Habrá sido pariente del que tenemos acá? – Preguntó el mozo.
-  No sé.  La cosa es que el tipo era bastante bueno, se presentaba en el chiquero y decía: ¡Dónde está el chancho que hay que domar!.
- Recio el negro, señor “Colo”...
- Me acuerdo que se miraban con el chancho, después el morocho apagaba el cigarrillo y ahí nomás gritaba: ¡Lárguenlo!
- ¡Que los parió, corajudo el hombre! –se asombró el mozo turco.
-  ¡Qué jinete, Dios mío...!
- ¿Y cómo sabe todo eso don “Colo”,  fue muchas veces a la fiesta del chancho ?
- Esa fue la última vez.  En el 2000, el chancho se enfureció porque no podía sacarse al secretario de encima, saltó la cerca y encaró el campo. Lo vimos desaparecer en la llanura como un centauro.
- ¿Nunca más se supo del Secretario de Gobierno?
-  Mire, tendría que mirarlo bien al fulano que está de secretario acá, porque al chancho, parece que se lo comieron en la comisaría de La Orilla... – dijo el Colo mientras escupía el carozo de una aceituna negra. 
- Lo único que nos faltaba, un domador de chanchos en el gabinete –dijo un pelado que escuchaba desde una mesa vecina-