Con granaderos nunca vistos por esta zona, salvo cuando alguno de los nuestros tenía la suerte de medir un poco más de dos metros y le tocaba la colimba. "Fulano está para granadero" decían, y el agraciado serio, pensando en las guardias sin mover una pestaña, acalambrado y aburrido. Pero ahora es diferente porque los que van son voluntarios y vienen a mostrar como desfilan el nueve de julio. Eso por un lado, por otro inauguramos monumento reparado. Dicen que la demora era porque cuando llueve no se puede trabajar, con el bajón de que hay que dejar secar la piedra.
Los que trabajaron (dirigidos por técnicos santafecinos) fueron nativos de Esperanza, por todo eso del "compre local" ¿viste?, la cosa es que con bronces limpitos y piedras de estreno, el Libertador, la Patria y todas las figuras que componen tan extraordinaria obra de arte lucen orgullosos en el centro de la Plaza. De ahora en más el único enemigo que tiene esta monumental y bellísima escultura son los chicos que juegan con permiso de sus padres, las palomas y pájaros que lo cagan y el paso del tiempo que es lo único que no se puede controlar. Si controlamos pibes y palomas creo que durará limpio muchos años.