www.esperanzanews.com.ar

Humor

Año: 10

Número: 508

LA NOVELA MUNICIPAL: HOY: RELACIONES PELIGROSAS: "LA GOBERNANTA Y EL SENADOR".

LA NOVELA MUNICIPAL: HOY: RELACIONES PELIGROSAS:

"¡Señoras y señores, la señora alcaldesa Ana María de los Angeles del Cocco!", anunció el petiso Dos Santos convenientemente ataviado para la ocasión con un traje negro, moñito, galera y alpargatas. La señora avanzó hacia el movil de RENAPER mirando despectivamente a los individuos que integraban la interminable cola a lo largo de la calle Castellanos, mientras tanto, una chica, recién recibida en el curso de "camareros y mozos" custodiaba a la primera dama portando una bandeja con un liso y sanguches de miga. A un costado el secretario Caussi cargaba una heladerita colmada de porrones.

-¡Donde está el Senador Pirola! -preguntó a viva voz Ana María al tiempo que espichaba el vaso con cerveza de un saque y depositaba la copa en la bandeja.

-¡Dónde está Pirola! -repitió con autoridad la Intendenta.

- Rascándose una bola -rimó una voz ronca desde la fila.

La reina rubia se acomodó los breteles y miró hacia la sufrida multitud como para comérsela. "¡Cuidadito, cuidadito, ojo con lo que dicen, porque se van a arrepentir, carajo!"  La señora había interrumpido su paso para amenazar al maleducado sacando pecho y  luego, haciéndose viento con el proyecto de pavimento, continuó su camino hacia el carromato. Cuando la gobernanta se dió vuelta un sonoro pedorreo con coro de carcajadas fue la respuesta a su advertencia.

Gómez que se encontraba a la derecha de la señora feudala le habló al oído instándola a que no haga caso. Ana María de los Angeles había levantado los colores de su rostro consiguiendo un todo violeta y estaba a punto de agacharse para sacarse un zapato para usarlo de proyectil. En eso aparece Pirola acompañado por un fotógrafo y un fulano que lo filmaba.

-¿Oiga usted quién se cree que es, Maradona,  que lo único que hace es sacarse fotos? ¡Mire lo que tuve que pasar por su culpa!

- ¿Mi culpa, mi culpa, por qué mi culpa? -preguntó el Senador haciendo la seña del dos de oro y abriendo los ojitos.

- ¿MI culpa, mi culpa...? -se burló la señora imitando al otro- ¡Claro que es su culpa, estos negros de mierda me están haciendo la vida imposible, envidiosos del carajo y una gran siete!

- Pero señora.... ¿No veo en qué puedo tener la culpa yo? - se victimizó Pirola.

- ¿Cómo que no tiene la culpa? ¿Quién es el que tiene un apellido que rima con "bola"?

Caussi, con diplomacia,  procedió a abrir la “heladerita” y extraer un porrón para arrimárselo a su jefa. El peludo secretario depositó la botella sobre la bandeja que le ofrecía la chica diplomada como "camarera" y, de inmediato, la reina del Salado ordenó a Caussi que lo destape. “Destápelo, le dijo”. A continuación, la Intendenta pidió la tapita para "ver si tiene premio" y al toque se mandó un largo trago a pico y sin vergüenza. Cuando soltó el tubo,  la dama de fierro, se infló un poco y al rato largó un interminable suspiro efecto del gas y la cebada cervecera. Se levantó el vestido con estampado del pájaro loco y se limpió la boca con el dobladillo.

- ¡Y ahora me voy! -dijo de sopetón, aliviada, su majestad.

- Oiga, no puede irse. ¿Quién inaugura el móvil de renovación de documentos...? -preguntó Pirola mientras relampagueaba el flash.

- Me hicieron enojar, chau, inauguralo vos, Pirola.  -fue la respuesta de la alcaldesa mientras daba un giro con toda la comitiva y se retiraba del lugar a paso de murga.  Desde la cola, ni bien la señora, dijo “Pirola”, la misma voz ronca sacudió la atinada rima. .